Hacer un vídeo corporativo es mucho más que darle al botón rojo de REC. BrandWriting by Santi Pina

Santi Pina, brandwriting.

«¡QUE SOLO ES DARLE al botoncito rojo, que se deje de historias!»

A veces la ignorancia lleva a que una responsable de comunicación diga frases más propias de un villano atómico. La diferencia es que el villano atómico consigue que el cine se parta de risa, y la responsable de comunicación a la que escuché decir esta frase tenía en sus manos la imagen de una compañía con más de 30.000 empleados… Y hablaba en serio.

Cada día es más barato hacer una mala película.

En el primer cuarto de este siglo se ha abaratado tanto la posibilidad de grabar imágenes en movimiento, que las empresas de tecnología se han visto obligadas a desarrollar filtros mucho más inteligentes que muchas de las personas que las graban. Eso es cierto. Que solo sea darle al botoncito rojo, y ya está. Lástima que no hayan hecho lo mismo para encargar esas imágenes…

Esto nos ha llevado a confundir “imágenes en movimiento” con “vídeo”, que es casi como pensar que hacer cine e ir al cine son también lo mismo.

Yo aprendí a pensar vídeos corporativos con las imágenes de otros. Cambié la capacidad de producción de la publicidad por esa especie de “patchworking”, y creo que es una suerte empezar así porque lo que aprendes a hacer, por encima de la imagen, es a escribir guiones.

Los guiones, y da igual si vas a hacer un contenido con locución, con testimonios, entrevistas o cine mudo, son la clave para que ese contenido audiovisual cumpla tres condiciones para convertirse en comunicación: propósito, significado y autoría.

· Propósito: si no tienes un objetivo claro para tu vídeo, no lo empieces aún. Los botones rojos también tienen su vida útil, como las lavadoras. Usarlos sin haber decidido qué quieres conseguir con ellos no es tan gratis como parece.

· Significado: si no va a ser importante para alguien, no lo hagas. Saber quién lo tiene que ver y saber qué le puede interesar a quien lo vea, hacen que un vídeo valga cada céntimo que inviertas en él. Y cada noche en vela.

Autoría: si tu vídeo lo puede firmar tu competencia, no se lo regales. El guion sirve para que la promesa de tu marca, tus valores, tu forma de hacer las cosas y de expresarte se reflejen con pasión en el resultado final.

Hitchcock dijo que para él el cine no es un pedazo de vida sino un trozo de tarta.

Y hay un cuarta clave para que tus contenidos audiovisuales sean, de verdad, activos de comunicación: el Respeto. En BrandWriting© puedes tener la mejor forma posible de comunicar tu marca, siempre y cuando compartamos el respeto por los productores, realizadores, editores, grafistas, sonidistas, responsables de comunicación, y todo el equipo que emplea su botoncito rojo para hacer que las imágenes que se mueven, muevan.